SAPI: ¿Realmente la Necesitas?

En el ecosistema startup, todos hablan de la SAPI, pero ¿es realmente la estructura que tu negocio necesita desde el día uno? En este artículo, analizamos a fondo las 4 sociedades más comunes en México (SAS, S de RL, SA y SAPI) para ayudarte a tomar la decisión correcta. Descubre el vehículo ideal para tu visión, ya sea validar una idea, crear un negocio familiar o escalar con Venture Capital.

Introducción.

Iniciar un negocio es un mar de decisiones críticas, pero pocas son tan fundamentales como elegir la estructura legal correcta. Esta elección es el ADN de tu empresa: define cómo operar, cómo te proteges, cómo creces y, crucialmente, cómo atraer inversión de terceros para concluir tu proyecto.

En el ecosistema emprendedor se habla constantemente de la SAPI, pero ¿es siempre la mejor opción? La respuesta corta es NO. La mejor estructura no siempre debe ser la más robusta o la más compleja, sino la que tiene el ajuste perfecto con la etapa en la que se encuentra tu negocio, la operación y la visión hacía donde lo quieres llevar.

Esta guía es un análisis puntual y estratégico de las cuatro sociedades más recurrentes para estructurar un negocio en México, ordenadas de acuerdo con su complejidad y solidez, para que puedas identificar con claridad cuál es el vehículo ideal para ti.

1. La Sociedad por Acciones Simplificada (“SAS”): El Punto de Partida.

La SAS fue introducida en México en 2016 para simplificar al máximo la entrada a la formalidad. Con una visión de simplicidad y practicidad en la constitución y operación de esta sociedad, es un vehículo pensado como una rampa de acceso al mundo corporativo.

Para Quién está Pensada: Emprendimientos de una sola persona o negocios pequeños en etapa muy temprana que requieren una constitución ultrarrápida y de bajo costo. Es el único tipo de sociedad en México que puede ser creada por una sola persona.

Naturaleza y Estructura: Es una sociedad de capital, pero extremadamente simplificada. Su capital se divide en acciones y no requiere un capital mínimo para su creación. Sus estatutos son genéricos (preestablecidos por el sistema), lo que la hace muy poco personalizable, salvo que se constituya ante fedatario público y se intervenga en el proceso de elaboración de cláusulas específicas para los estatutos.

Gobierno Corporativo: Su estructura es de lo más simple. La administración de la sociedad permite la designación de un Administrador Único (que debe ser accionista), o la estructuración de un Consejo de Administración (al menos un miembro presidente, y uno secretario), y no requiere la figura de un comisario (órgano de vigilancia).

Costos y Tiempos: Esta es precisamente su mayor ventaja. La constitución se realiza en línea a través del portal de la Secretaría de Economía y es gratuita. El proceso es sumamente rápido, pero requiere que todos sus miembros cuenten con un certificado de firma electrónica avanzada vigente (la e.firma del Servicio de Administración Tributaria es la más común), para poder firmar electrónicamente el acta de constitución. Sin embargo, su mantenimiento puede volverse costoso si se supera el límite de ingresos anuales (alrededor de $7.3 millones de pesos para 2025), ya que se debe transformar a otro tipo de sociedad cuando se alcanza este límite, y este proceso puede ser más caro que haber constituido una SA o una S de RL desde el principio.

El Veredicto de Sunna: La SAS es un vehículo excelente para validar una idea de negocio y empezar a facturar formalmente con una responsabilidad limitada. Sin embargo, su límite de ingresos la hacen una solución temporal. Si tu visión incluye atraer inversionistas o superar el umbral de ingresos, debes verla como un primer peldaño, no como una estructura definitiva.

2. La Sociedad de Responsabilidad Limitada (“S de RL”): El Círculo de Confianza.

Esta sociedad está diseñada en torno a las personas que la integran. La confianza entre sus miembros es su pilar.

Para Quién está Pensada: Negocios con pocos miembros (la sociedad permite un máximo de 50 socios), que se conocen bien y existe confianza entre ellos, como son empresas familiares, consultorías o holdings patrimoniales, donde el objetivo principal es limitar la entrada de terceros.

Naturaleza y Estructura: Es una sociedad de personas. Su capital no se divide en acciones, sino en “partes sociales”, las cuales no son títulos negociables y su venta a un tercero requiere la aprobación de la mayoría de los socios. Esto la convierte en una sociedad con una estructura cerrada y de baja flexibilidad para la entrada de inversión.

Gobierno Corporativo: La administración es flexible, a cargo de uno o más Gerentes que pueden ser socios o externos a la sociedad. La figura del Comisario para la vigilancia es opcional, ya que se parte de la base de la confianza entre los socios.

Costos y Tiempos: Su costo de constitución es bajo-medio (aproximadamente $19,000 MXN), ya que requiere de un fedatario público y de su inscripción ante el Registro Público de Comercio (el “RPC”), pero sus estatutos suelen ser más sencillos que los de una SA o SAPI El mantenimiento es relativamente sencillo, ya que limita la obligación de celebrar asambleas periódicas o formalizar ciertos acuerdos.

El Veredicto de Sunna: Es la opción perfecta si tu prioridad es mantener un control estricto sobre quiénes son tus socios, o si la confianza entre ellos es suficiente. Es sólida, protege el patrimonio personal y es administrativamente sencilla. Sin embargo, su rigidez para transmitir la participación en su capital la vuelve inadecuada para empresas que buscan atraer capital de riesgo o tener varios inversionistas.

3. La Sociedad Anónima (“SA”): El Estándar Tradicional.

La SA es el tipo de sociedad mercantil más común en México y el estándar para la mayoría de los negocios establecidos.

Para Quién está Pensada: Empresas nuevas que requieren de un vehículo formal y robusto, con reglas precisas y procesos claros, o negocios establecidos con una estructura de capital estable y sin planes de buscar inversión de fondos de manera agresiva o con estructuras demasiado complejas. Es un vehículo robusto y reconocido para cualquier actividad empresarial porque genera la confianza suficiente por su conformación y solidez.

Naturaleza y Estructura: Es la sociedad de capital por excelencia. Su capital se divide en acciones, que son títulos de crédito diseñados para circular con relativa libertad, facilitando la entrada y salida de sus accionistas de forma ágil. Por regla general, las acciones tienen el mismo valor y confieren los mismos derechos, lo que le da una estructura más rígida en comparación con una SAPI.

Gobierno Corporativo: La administración puede estar a cargo de un Administrador Único o un Consejo de Administración. A diferencia de la S de RL, la designación de un Comisario para la vigilancia es obligatoria, y su designación debe seguir ciertas reglas, ya que no todos pueden ser Comisario de la sociedad.

Costos y Tiempos: Requiere formalización ante fedatario público y de su inscripción ante el RPC, por lo que tiene un costo de constitución intermedio (entre $20,000 y $23,000 MXN). Su mantenimiento anual implica costos de contabilidad, declaraciones y la celebración de al menos una asamblea anual, con los gastos notariales que esto pueda implicar.

El Veredicto de Sunna: La SA es un vehículo potente, probado y universalmente respetado. Es la opción lógica para un negocio que busca una estructura formal y sólida. Su “defecto” de cara a las Startups es su relativa rigidez para crear estructuras complejas que comprendan derechos específicos, o mecanismos corporativos demasiado estructurados, lo que la hace menos atractiva para los inversionistas de capital de riesgo (“Venture Capital”).

4. La Sociedad Anónima Promotora de Inversión (“SAPI”): El Vehículo perfecto para Escalar.

Finalmente, la SAPI. No es intrínsecamente “mejor”, pero sí es la más especializada y compleja, diseñada para un objetivo muy concreto: el crecimiento acelerado a través de la inversión de capital.

Para Quién está Pensada: Startups y empresas en crecimiento que están planeando activamente levantar Venture Capital, que anticipan rondas de inversión y que necesitarán acuerdos complejos para el ingreso de diversos accionistas, con la finalidad de regular la relación entre fundadores e inversionistas.

Naturaleza y Estructura: Es una subespecie de la SA, pero hiper-flexibilizada por la Ley del Mercado de Valores. Es una sociedad de capital diseñada para ser un “traje a la medida”. Su característica clave es la capacidad de crear distintas series de acciones con derechos económicos y corporativos diferentes (acciones preferentes, con voto limitado, etc.), lo que es crucial para las negociaciones con fondos de inversión.

Gobierno Corporativo: Su estructura es la más robusta y compleja. La administración está obligatoriamente a cargo de un Consejo de Administración, promoviendo mejores prácticas desde el inicio. Permite una gran libertad para regular pactos de socios (vesting, drag-along, tag-along) y proteger los derechos de las minorías con umbrales más bajos para ejercerlos que los establecidos para la SA.

Costos y Tiempos: Es la estructura más costosa de constituir y mantener, pero compensa el costo de su inversión con la personalización y seguridad que proporciona. Es indispensable constituirla ante fedatario público e inscribir en el RPC, por lo que su costo de constitución es alto (entre $24,000 a $35,000 MXN), y depende directamente de la estructura y complejidad requerida en sus estatutos. Su mantenimiento requiere una asesoría legal y contable especializada y continua, y la estructuración constante de documentos complementarios para su operación (hojas de términos, contratos de compra de acciones, notas convertibles, convenios entre accionistas, entre otros).

El Veredicto de Sunna: La SAPI es el vehículo definitivo para una Startup con un perfil de alto crecimiento financiado por Venture Capital. Su complejidad y costo solo se justifican si el plan de negocio contempla activamente la inversión de terceros para la conformación del proyecto de negocio. Usarla para un negocio que no tiene ese plan de crecimiento tan agresivo, pudiera ser una complicación innecesaria.

Conclusión: Elegir el Vehículo Correcto es una Decisión Estratégica, no solo un Trámite.

Como has visto, cada estructura legal es una herramienta con un propósito específico. La elección correcta no se encuentra en una plantilla estándar con estatutos genéricos; se encuentra en un análisis profundo de tu visión de negocios.

Si después de leer este análisis tienes más claro el camino, pero quieres la certeza de tomar la decisión correcta para tu negocio, estás en el lugar indicado. 

En Sunna Studio Legal, nuestro primer paso consiste en tener una consulta estratégica para entender tu visión, comprender tu negocio y diseñar la solución legal con el ajuste perfecto para tu operación.

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